el costeño es una persona de idiosincracia y cultura mucho más cercana al cubano, al puertorriqueño, al venezolano (de las regiones costeras), al dominicano o al panameño que a sus propios compatriotas del interior del país.
El costeño exhibe en general una idiosincrasia con rasgos bastante comunes a lo largo de todo el litoral, aunque existen ligeras diferencias regionales. Las ciudades más representativas de los costeños son Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Valledupar, Sincelejo y Montería, aunque hay muchas más comunidades desde el Chocó, Turbo, en Antioquia, hasta Riohacha, Maicao y Uribia en La Guajira.
cultura caribe
jueves, 26 de mayo de 2011
cansiones
a cumbia es un ritmo musical y baile folclórico autóctono de la Costa Caribe de Colombia con variantes igualmente de carácter folclórico y tradicional en Panamá.1 Surge del sincretismo musical y cultural de indígenas, negros y, en menor escala, de los europeos en la región del delta del río Magdalena en la Costa Caribe Colombiana, con epicentro en la región de la población de El Banco, Magdalena, hasta Barranquilla. 2 3 4
Es un ritmo popular en distintos países latinoamericanos, donde ha seguido distintas adaptaciones como la cumbia venezolana, cumbia uruguaya, cumbia salvadoreña, cumbia chilena, cumbia ecuatoriana, cumbia mexicana, cumbia peruana, cumbia argentina, entre algunas otras. En 2006, la cumbia fue nominada a símbolo cultural de Colombia en el concurso organizado por la revista Semana.5 Asimismo, es un reconocido símbolo del folklore nacional panameño.6
DICHO Y REFRANES COSTEÑOS
DICHOS Y REFRANES COSTEÑOS
Refranes y significado:
Al que le van a dá, le guardan: Lo que está para uno, llega y no hay que afanarse tanto por conseguir las cosas.
Da lo mismo Chana que Sebastiana: Si dos cosas son iguales no hay para qué escoger tanto. (Por analogía entre el nombre de Sebastiana y su hipocorístico Ghana).
Al trote vamos y no avanzamos: De nada valen los afanes para apurar las cosas si todo se dará a su tiempo según la voluntad de Dios. Que no resulta todo más pronto sólo porque se tenga afán.
A mi no me asustan zorras porque ni gallinas tengo: Ese asunto (negocio, problema, lío) no me preocupa porque no tiene nada que ver conmigo. Yo no tengo nada que perder ahí y por eso no me inmuto.
A ningún roto le falta su deseoso: Por muy mal que vayan las cosas, siempre pueden ser peores y, por lo tanto, hay que tener paciencia.
Buey cansao, asienta el paso: Los años y la experiencia, vuelven a las personas más reflexivas y ponderadas. Cuando alguien sufre un percance que lo estremece, se morigera y estabiliza.
Caballo que está ensillao, nunca le falta jinete (no le falta quien lo monte): Cuando las cosas son fáciles y están a la mano, sobra quien desee o intente adquirirlas o realizarlas. Lo difícil es de otro modo.
Cada maco con su mazorca y cada burro con su angarilla:
A cada quien lo que le corresponde; que cada uno se
esté en el sitio que debe estar, y cumpla con sus deberes. Cada oveja con su pareja: Cada persona busca (o debe buscar) a otra con la que se identifique, se complemente o tenga afinidad.
Cada quien ensarta pa’ su bejuco y guisa en su propia olla:
Cada uno trabaja (o debe trabajar) para procurar su
bienestar sin estar pendiente de los demás. La primera parte del refrán se refiere a la costumbre de la gente que salía a pesquería, de ir metiendo (ensartando) dentro de un bejuco los pescados que conseguía. Luego, así reunidos era más fácil llevarlos hasta la casa donde después de relajarlos y aliñarlos, iban a convertirse en guiso.
Cuando se dice ¡fuera!, es con todos los perros: Las determinaciones tajantes, cuando se toman, involucran variadas contingencias que hay que correr.
Cuando uno está pa’ bollo del cielo le caen las hojas: Cuando a alguien le va a ocurrir algo malo, no hay prevención que valga ni nadie podrá impedirlo. (Se refiere a la preparación de los bollos de maíz que son envueltos en hojas de mazorca).
Cuando uno va de c... no hay barranco que lo ataje: Tiene similitudes con el anterior pero es más indicativo de la mala suerte que acompaña (o llega) a ciertas personas en forma tal que nada les sale bien ni ocurre en su favor.
Da lo mismo atrás que en la espalda: Que una cosa que es igual a otra sirven para lo mismo. Equivale a: “lo que es igual no es ventaja”.
Da lo mismo Chana que Sebastiana si las dos hacen su gana:
Dichos:
1. Ya vienes tú con tu huesera
2. Yo he visto más de un muerto cargando basura
3. Yo juego ahí de menticol con pasta
4. Yo lo veo y lo conozco, pero me mandas a buscarlo y no te lo traigo
5. Yo nací de noche pero no anoche
6. Yo no se de hilo...por que la que cose es Juana
7. Yo preguntando y tu sabiendo
8. Yo se que el burro es bayo cuando tengo el pelo en la mano
9. Yo soy casado pero no capao
10. Y vuelve la puerca al charco
11. Zafa jirafa
12. ve lo que joza armadillo que estas en tierra e`cascajo
13. El mico sabe en que palo trepa
14. Aprieta grapa vieja que vas pa´guayacan
15. Deja de pone cara e`ternero huerfano
16. Nojoda Habla mas que lora moja
17. Tiene la cara como silvido e`culebra
18. El que ensilla su burro sabe pa´donde va
19. Vuelve y juega pendejo
20. Ve a ver si la puerca puso
CARPENTIER: CREATIVIDAD ALEGRÍA Y NOSTALGIA
SEGÚN ESE AUTOR EL CARIBEÑO COLOMBIANO SE CARACTERIZA POR TRES CUALIDADES
pese a la adversidad los costeños no nas ingeniamos para seguir adelante, y por esto es una falacia la contra imagen del interior que somos flojos, un ejemplo evidente es el mototaxismo, debido al desempleo la creatividad surgio como una fuente de trabajo o el carnaval en fin somo por excelencia creativos, quizas la cualidad mas preponderante en la construccion de nuestra identidad, somos abiertos, sociables, descomplicados, frescos, con gran facilidad podemos hacer amigos con desconocidos en un parpadeo, hablamos con los vecinos, somos fiesteros, nada de aburridos la nostalgia esta cualidad me hace recordar aquel dicho "por que recordar es vivir" pensar en auellos recuerdos del pasado, aquellos momentos felices nos traen un momento de alegria, y obviamente como explique anteriormentesomos alegres por naturaleza.
pese a la adversidad los costeños no nas ingeniamos para seguir adelante, y por esto es una falacia la contra imagen del interior que somos flojos, un ejemplo evidente es el mototaxismo, debido al desempleo la creatividad surgio como una fuente de trabajo o el carnaval en fin somo por excelencia creativos, quizas la cualidad mas preponderante en la construccion de nuestra identidad, somos abiertos, sociables, descomplicados, frescos, con gran facilidad podemos hacer amigos con desconocidos en un parpadeo, hablamos con los vecinos, somos fiesteros, nada de aburridos la nostalgia esta cualidad me hace recordar aquel dicho "por que recordar es vivir" pensar en auellos recuerdos del pasado, aquellos momentos felices nos traen un momento de alegria, y obviamente como explique anteriormentesomos alegres por naturaleza.
REZAGO DE LA REGIÓN CARIBE
La Costa Caribe es la región más pobre de Colombia. Diversos indicadores económicos y sociales –el ingreso per. Cápita, los índices de necesidades básicas insatisfechas, la calidad de la educación que se imparte, la cobertura de los servicios de salud- muestran que la población costeña ha vivido una creciente marginalidad con respecto al resto del país.
Las causas del atraso de la Costa Caribe son muchas y debe ser una prioridad nacional lograr que la región supere su estancamiento relativo.
una de estas fue el traslado portuario de barranquilla-cartagena-santamarta a buenaventura en el cual se perdio la hegemonía comercial que sustento la región en el periodo colonial
Las causas del atraso de la Costa Caribe son muchas y debe ser una prioridad nacional lograr que la región supere su estancamiento relativo.
una de estas fue el traslado portuario de barranquilla-cartagena-santamarta a buenaventura en el cual se perdio la hegemonía comercial que sustento la región en el periodo colonial
QUE ES SER CARIBE
Lo que más me gusta de ser Caribe, es que no tuve que aprenderlo. Si hubiese tenido que estudiar para poder ver la noche más bella a través de los ojos de una mujer, o resucitar por las mañanas al amparo de sus muslos, les aseguro que estaría repitiendo unos cuantos cursos. No concibo cómo podría haber aprendido a caminar sin antes haber bailado, o a respetar a mis padres sin el protocolario saludo de la bendición(1), o a mezclar en mi lóbulo frontal la creencia en Dios, la virgen - y todos los santos - sin que estorbasen las ánimas del purgatorio, los aparecidos de carretera y los santeros de las montañas. Y mejor aún, sin que me importe que cada quien tenga sus dioses, según le cumplan.
Ser Caribe me permite abrazar a mis amigos y decirles que los quiero, sin necesidad de estar ebrio. Así como forjar verdaderas amistades más allá de la infancia o la adolescencia; es decir, hacer amigos ya en la adultez. Me permite gritar arrullos y acariciar con la sonrisa, sin que medie más compromiso que hacerlo cuando me plazca. Es una forma de ser que me licencia para llamar a un desconocido ¡compadre! por la calle y pedirlo todo, por favor.
El Caribe es un refugio compensatorio de todas las carencias que acarrean las razas que nos dieron origen. A veces pienso que las dejaron allí para que no se perdieran y poder irlas a visitar por vacaciones.
En el caribe aún creemos en los misterios y asumimos las historias repetidas como un cuento nuevo, al que se le debe el respeto de dejarnos sorprender. Esta mala costumbre nos lleva por ejemplo, a elegir siempre a los mismos ladrones como gobernantes y a ser adictos a las telenovelas.
El Caribe es una nación sin estado, sólo que no nos importa. Llena de mitos como la dejadez, la indiferencia ante la ignominia y la procrastinación; todos ellos injustos: Sólo baste recordar que madrugar en el caribe se le llama a estar en pie antes de las cinco de la mañana, y que tanto las amas de casa, el obrero, los estudiantes y los niños lo hacen. La diferencia es que allí nos quejamos como catarsis y no como forma de vida.
Este privilegio aleatorio de haber nacido auspiciado por la idiosincrasia espumosa de un mar noble, es a lo único que puedo asirme cuando la adversidad se pone antojosa. Y también el que me dice cómo debo comportarme cuando se me pide que sea yo mismo.
La gran desgracia del caribeño promedio, es que no sabe que lo es. No saberlo le impide conservar, proteger y mejorar aquello que lo define.
Ser Caribe me permite abrazar a mis amigos y decirles que los quiero, sin necesidad de estar ebrio. Así como forjar verdaderas amistades más allá de la infancia o la adolescencia; es decir, hacer amigos ya en la adultez. Me permite gritar arrullos y acariciar con la sonrisa, sin que medie más compromiso que hacerlo cuando me plazca. Es una forma de ser que me licencia para llamar a un desconocido ¡compadre! por la calle y pedirlo todo, por favor.
El Caribe es un refugio compensatorio de todas las carencias que acarrean las razas que nos dieron origen. A veces pienso que las dejaron allí para que no se perdieran y poder irlas a visitar por vacaciones.
En el caribe aún creemos en los misterios y asumimos las historias repetidas como un cuento nuevo, al que se le debe el respeto de dejarnos sorprender. Esta mala costumbre nos lleva por ejemplo, a elegir siempre a los mismos ladrones como gobernantes y a ser adictos a las telenovelas.
El Caribe es una nación sin estado, sólo que no nos importa. Llena de mitos como la dejadez, la indiferencia ante la ignominia y la procrastinación; todos ellos injustos: Sólo baste recordar que madrugar en el caribe se le llama a estar en pie antes de las cinco de la mañana, y que tanto las amas de casa, el obrero, los estudiantes y los niños lo hacen. La diferencia es que allí nos quejamos como catarsis y no como forma de vida.
Este privilegio aleatorio de haber nacido auspiciado por la idiosincrasia espumosa de un mar noble, es a lo único que puedo asirme cuando la adversidad se pone antojosa. Y también el que me dice cómo debo comportarme cuando se me pide que sea yo mismo.
La gran desgracia del caribeño promedio, es que no sabe que lo es. No saberlo le impide conservar, proteger y mejorar aquello que lo define.
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